Secesión: Austria 1

Luego de la Primera Guerra Mundial, este país se volvió una zona importante para el desarrollo de la cultura: el arte, el diseño y la arquitectura. Para esa época, Austria estaba regida por la moral victoriana, sin embargo, la sociedad se impresionaba con las expresiones artísticas llenas de sensualidad y erotismo. Fue entonces que, Gustav Klimt unido a los arquitectos Josef Hoffmann y Olbrich fundaron la Secesión, donde exhiben temas irreverentes, que representaban la sexualidad; aunque a su vez, buscan potenciar el valor de la línea y de las superficies denominadas patterns, caracterizados por su bidimensionalidad, defendiendo así la esencia del arte japonés.

Gustav Klimt
El más famoso de los artistas austriacos, fue un pintor que inició su carrera pintando murales, pero en vista de la crítica prefirió trabajar sobre lienzos donde mostró su peculiar estilo. Su obra se caracterizó por presentar a la mujer con una actitud sutil pero a la vez agresiva, rodeada de una ornamentación abstracta y natural, siempre evocando al erotismo; a su vez, es un estilo exuberante pues en muchas obras Klimt usa lo figurativo, es decir, juega con la sugestión del espectador.
Fue destacado por sus diseños decorativos y sus objetos creados artesanalmente; sin embargo, se vio interesado por la nueva ola de innovación, y mostró su descontento con la Asociación de Artistas Vieneses, por lo que creó su propia asociación llamada Secesión, donde participaron importantes pintores. Es a partir de ahí que recibe cargos oficiales y contratos importantes, los más destacados fueron los murales hechos en mosaicos para el Palacio Stoclet, en Bruselas, una mansión diseñada por el arquitecto Josef Hoffmann; o un polémico encargo, como crear tres pinturas en el cielo raso del aula magna de la Universidad de Viena: Filosofía, Medicina y Jurisprudencia; sin embargo, el vanguardista de Klimt presentó una visión del ser humano, llena de dolor, sexo y muerte, por lo que recibe grandes críticas y no recibe trabajos oficiales.
“No hay nada especial en mí. Soy alguien que pinta todos los días de la mañana a la noche. Figuras, paisajes, de vez en cuando, retratos. Las palabras, habladas o escritas, no me salen con facilidad (...) Si alguien quiere descubrir algo en mí, puede contemplar atentamente mis pinturas y tratar de descubrir a través de ellas lo que soy y lo que quiero”
Gustav Klimt
A pesar de eso, Klimt seguía pintando mujeres desnudas y semidesnudas fieles a su estilo, esta vez mostrando mayor exhuberancia, agregándole aplicaciones doradas sobre los lienzos, pero con motivos bizantinos tras un viaje a Italia, en estas obras buscaba integrar la tradición con la modernidad. Denominada “etapa dorada” de Klimt, atrajo la mirada de la crítica y lo comercial por agregarle pan de oro. Muchas de estas obras fueron expuestas en importantes locales; sin embargo, las más destacadas fueron el Retrato de Adele Bloch-Bauer I y El beso
La producción de Gustav Klimt supera los cien cuadros. Un artista perseverante y muy dedicado a su profesión, que vivió una vida sencilla, siempre ocupado, en el trabajo y la familia, trataba de evitar los círculos sociales de intelectuales, y en su vida sexual, se vio rodeado por muchas modelos pero fue discreto y no protagonizaba escándalos. Este gran artista pintó hasta que un ataque le paralizó el lado derecho del cuerpo y posteriormente falleció de una neumonía, pero seguirá siendo una inspiración para muchos otros artistas. Tras su muerte, sus obras rompieron algunos records en subastas.